lunes, 10 de octubre de 2011

Actividad 2 El juicio de Godric

Las principales dimensiones de la realidad son: la interioridad, defiende que nos vemos como sujetos activos dotados de autoconciencia, y por tanto, somos conscientes de que existimos, de nuestras posibilidades y limitaciones; la sociabilidad, alega que el ser humano está en constante relación con otros seres humanos; la apertura al mundo, mantiene que estamos en el mundo, y por tanto, formamos parte de él y trascendemos en él; el afán de trascendencia, radica en que buscamos y perseguimos una trascendencia en el mundo, queremos hacer algo por lo que seamos recordados tras nuestra muerte; y el proyecto de vida, explica que todo lo que hacemos está enfocado en un producto futuro en nosotros.
Por otro lado, entre los componentes de la identidad personal podemos distinguir los componentes socio-culturales, en los que la sociedad nos transmite nuestra forma de vida, y de algún modo la impone; los componentes socio-políticos, por los que las ideologías políticas cercanas a nosotros influyen en nuestro entorno; y los componentes morales y religiosos, cuyas normas de vida forman parte de nuestra identidad personal.
Ahora bien. ¿Existe la voluntad libre? ¿Es cierto que somos libres? ¿O nuestra libertad está condicionada por factores externos?
No creo que la libertad de nadie sea absoluta. Nuestras vidas están condicionadas por un estatus social, una raza, una religión... Dentro de esos ámbitos, somos libres de actuar, pero no lo es tanto salirnos de esos límites ya establecidos en nuestra identidad personal. La ciencia ya se ha encargado de investigar este dilema, y ha llegado a una conclusión:
Si crees que ningún ser humano es completamente libre, adopta el nombre de determinismo. Es decir, que tu vida, tu personalidad y tu futuro están determinados anteriormente por causas ajenas a nosotros.
El determinismo cosmológico, defiende que nuestro destino está controlado por los astros del universo, y es inalienable; el teológico afirma que Dios todopoderoso lo controla todo y nosotros no decidimos nada, sino Él; y el científico demuestra que todo tiene una causa, que se puede explicar empíricamente por la ciencia, y que por esa causa no podía no haber sucedido.
Por otro lado, está la mentalidad que afirma que las personas somos absolutamente libres, que nada nos predispone. La libertad externa consiste en poder actuar en conveniencia propia sin obstáculos externos que nos lo impidan, mientras que la libertad interna radica en que somos capaces de tomar decisiones propias, y que nadie nos puede privar de nuestra libertad moral, nuestro derecho a pensar con libertad, independientemente de si llevamos a cabo esa idea o no.
En el texto, Godric "gozaba" (porque dudo que la disfrutara) de una libertad interna plena, puesto que él era libre de pensar y elegir qué hacer en cada momento. Pero a su vez, durante su infancia y su educación, le había privado de libertad externa, porque todo su ámbito social (los ritos a dioses guerreros, el ambiente criminal de su barrio, y sobre todo, el síndrome XYY, pues al tener dos cromosomas de identificación masculina, la testosterona, y en menor medida la adrenalina, segregadas en mayores concentraciones provocaría un exaltamiento de la fuerza y la violencia, siendo más agresivo) le impone unas barreras externas de las que no ha aprendido a salir porque nadie le ha enseñado a hacerlo. Estas barreras condicionan su vida y su forma de pensar. Por lo tanto, carece casi por completo de libertad externa.
El hecho de que los astros estuvieran alineados con un patrón determinado no influye en la vida de nadie.
Finalmente, expresaré mi contrariedad frente a la sentencia dictaminada para el perro.
Si a un perro le enseñas a cazar y a matar, y más aún, le incitas en todo momento a hacerlo, el perro, por puro instinto animal e instinto cazador, atacará y herirá a su víctima hasta la muerte, sin reparar en su identidad ni en su forma de pensar. También hay que tener en cuenta que, cuando un perro ataca a una persona y la mata o la hiere, instintivamente volverá a atacar a otra persona, por lo que tras este tipo de incidentes se suele sacrificar al perro autor del ataque.
Pero en este caso, el perro está siendo juzgado por intento de asesinato, no por futuros accidentes que pueda provocar. De modo que me ratifico en mi opinión de que el perro no debe ser castigado ni sacrificado por intento de asesinato, no siendo igual en el caso de su naturaleza cazadora, en el cual sí sería sacrificado, como ocurre normalmente.
He aquí mi defensa contra la acusación de Godric y de su perro. Aún así, no niego que merezca una sentencia como castigo, u otro tipo de reprimenda, pero no se le debe condenar a pena de muerte, ni cadena perpétua, sólo unos años de reformatorio psicoanalítico, por su bien y el de todos.

2 comentarios:

  1. No has comprendido del todo la tarea. Cuando hablas de las dimensiones y los componentes de la identidad, así como de los determinismos, tenías que hablar sobre el caso específico de Godric.
    Luego sí lo haces con la libertad externa e interna.
    El texto está bien escrito, pero te falta aplicar la teoría a la práctica.

    Nota: 7

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