martes, 15 de noviembre de 2011

Actividad 3 Definición del ser humano

Hola Blurggg.
Te envío esta carta como respuesta a tu petición, y estaré encantado de aclararte esta inquietante duda. Aunque no será nada fácil.

Comprendo tu dificultad para distinguirnos de otro mamífero de la rama de los primates.
Lo primero en lo que debes fijarte es en nuestros rasgos, nuestras diferencias físicas. Los humanos caminamos erguidos prácticamente la totalidad de nuestra vida, gracias a una mutación genética con la que adquirimos una columna vertebral vertical; carecemos de pelo por todo el cuerpo, o por lo menos tratamos de evitarlo para nuestra higiene personal y nuestra imagen; no presentamos un pulgar oponible en los pies, como ocurre en los simios más cercanos a nosotros.
Aún así te recomiendo que mires más allá del físico, para cerciorarte de que estudias a la especie indicada. Observa nuestra genética: nuestro encéfalo es más voluminoso que el de cualquier animal, y presenta un gran desarrollo en las zonas especializadas con el conocimiento, la comprensión, el análisis de información...
Aunque seguirás hecho un lío, pues compartimos con el chimpancé, nuestro primo, un 99% de los genes. Complicado, ¿verdad?

 Nos adentraremos hasta estudiar nuestra forma de vida, nuestro ámbito social, nuestra capacidad de comunicación, etc.
Empezaremos por tu base del ser humano: es afectivo, inteligente y sociable.
Muchos seres vivos son afectivos, pero, ¿distinguen entre sentimientos y emociones? Nosotros sí.
Un sentimiento es más duradero que una emoción, e incluso puedes llegar a disimularlo, o a fingirlo. Seguramente sabrás por propia experiencia de qué estoy hablando.
Una emoción, es momentánea y se disipa fácilmente.
Pero un sentimiento no lo comparte un animal (hay excepciones que confirman la regla, como los perros, que lloran o sienten NOSTALGIA, que es un sentimiento, cuando echan en falta a su amo).

Pero veamos otros ámbitos de la afectividad. ¿Somos dueños de nuestros sentimientos?
Hay opiniones de todo tipo. Permíteme, amigo, exponerte la mía.
Las emociones no las dominamos. Pero de los sentimientos sí tenemos consciencia. Y ese fenómeno se produce a través de la inteligencia emocional o afectiva.
¿Ahora vas mejor, querido Blurggg? Prosigamos.
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¿Sabes lo que es la razón? Es una capacidad única que permite hacer uso de todas nuestras habilidades con un sentido, ya sea el habla, el uso de un palo o la construcción de un microchip.
Se basa en cuatro capacidades principales:
Los sentidos, a través de los que recibimos información que nos roea; la memoria, que nos permite recordar un hecho de nuestra vida y recrearlo. Es un arma muy poderosa. Gracias a ella podemos incluso crear un recuerdo que nunca ocurrió. Increíble, ¿verdad?
También apoyan a la razón la imaginación, que nos permite crear absolutamente cualquier cosa en nuestra cabeza, ya sea real o carezca de sentido.
Y por último, pero no menos importante, la voluntad, que nos impulsa a hacer uso de la memoria y la imaginación.



Pero a su vez, la inteligencia emocional, es decir, la razón que usamos para interpretar nuestras emociones, posee increíbles habilidades:
Consciencia de nosotros mismos. ¿Entiendes? Saber lo que sientes en cada momento.
Autorregulación de nuestras emociones, para que no nos afecten en exceso.
Motivación: imprescindible para perseguir alguna meta en la vida. Sin ella vives por vivir, sin pensar en tu futuro académico o laboral.
Empatía, curioso término. Significa comprender el estado emocional de otros individuos, para favorecer así una relación mutua.
Habilidades sociales. Te ruego que me disculpes, Blurggg, pero realmente no llego a comprender esta virtud que nuestra inteligencia nos otorga, así que poco podré aclararte sobre ella.

                                        Emociones                                                           Sentimientos

No sé si en tu planeta se plantean ciertas preguntas que en el mío son frecuentes, pero aquí cuando alguien habla de que la razón es dialógica, se refieren a que se puede dialogar sobre ella, intercambiar argumentos e impresiones, y discutir sus aspectos. Creo, querido amigo de Notoib, que es importante que destaques en tu trabajo el hecho de que los seres humanos nos reconocemos unos a otros como interlocutores.
Mediante este reconocimiento mutuo, surge un concepto llamado intersubjetividad.
Te explico. Como ya sabrás, el término subjetivo hace referencia a nuestra forma de pensar o sentir, diferente en cada uno de nosotros.
La intersubjetividad va un poco mas allá: sólo se logra cuando existe una comprensión entre seres humanos de forma que unos comparten su mundo subjetivo con los otros, y comparten un tema en común.
¿Mejor te pongo un ejemplo?
Imagina una conversación entre 4 personas. Si una habla del examen de Física, otra de fútbol, la 3ª habla de sus vacaciones, y la última explica las cadencias musicales, no comparten ni ponen ideas en común. Sin embargo, si argumentan sobre el condimento perfecto de una carne guisada, se crea un ambiente de intersubjetividad. ¿Lo entiendes?

En tu carta decías que no distinguías los primates de los humanos. Los primates son animales. ¿Y los humanos?
Etimológicamente, he encontrado cosas muy curiosas.
Por un lado, animal/ -alis define a un ser dotado de respiración o soplo vital (ánima).
Pero por otro lado, animal proviene en cierto modo de nimos, "alma". Por lo tanto a - nimos significa "sin alma". ¿Los humanos tenemos alma? Eterna pregunta.


Por último, y antes de despedirme, quería hablarte querido Blurgg, sobre la razón y el corazón.
Es cierto que antes te comenté algunas cosas acerca de la razón y el diálogo. Pero en este diálogo sólo puede fomentarse el uso de la razón si ésta es cordial. Una vez más, acudiré a la etimología del castellano para facilitar tu comprensión. Cordial procede de cordis, que significa "corazón". La razón está regido por el corazón, y viceversa. Lo que pensamos es correcto y coherente "dependiendo del lado del cristal desde el que se mire". Es decir, según tus creencias, gustos y aficiones, según la meta que persigas en la vida, tu razonamiento crítico cambia.
A su vez, Según tu forma de pensar y razonar, tu agilidad mental o tu habilidad lingüística, tus gustos, amores y odios se verán influenciados por ese razonamiento propio.
Y aún hay más. Depende de la persona con la que te relaciones, su forma de pensar y sus gustos, en definitiva, su razón y su corazón, te harán pensar y ver las cosas de otras formas diferentes, "desde otros lados posibles del cristal".
Pero, por mucho que lo intentemos cambiar,
esta balanza nunca estrá equilibrada.

Me despido de ti, mi querido amigo extraterrestre. Espero que mi información te sea de gran ayuda.
Si quieres profundizar en lo más hondo del ser humano, sólo puedo darte la dirección de un psicólogo, o de un buen filósofo, pues mi comprensión en este área tan extensa y llena de incertidumbre ha llegado a su límite.

Un efusivo abrazo, de tu colega

Jesús